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Cosecha de aguas grises

Las aguas grises son las aguas del drenaje de fregaderos, duchas/bañeras, bebederos y lavadoras.
Las aguas grises NO son las aguas del drenaje de inodoros; a esas se les llama “aguas negras”.

Jardín de cosecha de agua de lluvia y aguas grises en la periferia de un patio pequeño en Tucson (Arizona).
La escorrentía del techo se dirige a las cuencas a través de una bajante, seguida por un tubo (debajo del camino; mira la flecha de flujo azul punteada).

Las aguas grises oscuras del fregadero de la cocina se dirigen a las cuencas a través de un sistema de tuberías de drenaje ramificado (tubería morada punteada).
Las aguas grises de la lavadora de ropa se dirigen a cuencas mediante un sistema de drenaje múltiple (tubería morada punteada). Con cada carga de ropa, la manguera de desagüe de la lavadora se va rotando de un desagüe de aguas grises a otro (cada uno de los cuales descarga las aguas grises a una sección diferente de una cuenca acolchada y sus plantas). Las aguas grises se descargan en varios puntos, en lugar de uno solo, para garantizar que el suelo se mantenga aeróbico y sin olores.

Todos los sistemas utilizan la fuerza de gravedad para distribuir el agua de forma gratuita. Entonces, todas las tuberías mantienen una pendiente mínima del 2% (2 cm de caída por metro horizontal o 1/4 de pulgada de caída por pie horizontal).

Fotografía de Brad Lancaster

La cosecha de aguas grises es la práctica de dirigir las aguas grises a la zona primaria de raíces/vida (capa superior del suelo, de unos 0.3 a 0.6 m [1 a 2 pies]) para regar de forma gratuita y ayudar a cultivar huertos y jardines bellos y productivos, al tiempo que se tratan las aguas “residuales” sin usar productos químicos ni energía. Las plantas y los microorganismos del suelo consumen y filtran los nutrientes orgánicos y las bacterias que se encuentran en las aguas grises, tratándolas de forma natural y devolviendo agua limpia al ciclo del agua. La cantidad y diversidad de estos microorganismos beneficiosos y de las raíces de las plantas aumentan cuanto más nos acercamos a la superficie del suelo, por lo que entre más arriba distribuyamos las aguas grises en las capas superiores del suelo, mejor.

Las prácticas que promuevo no requieren de tanques apestosos, ni de bombas mecánicas costosas, ni del mantenimiento engorroso que hay que darles. Más bien, los sistemas que promuevo utilizan la fuerza de gravedad y las bombas vivientes que son la vegetación perenne y otras formas de vida para distribuir esas aguas grises de forma gratuita.

La cosecha de aguas grises convierte el agua “residual” de un sitio en un recurso hídrico seguro y productivo disponible para el riego en las épocas cuando no llueve, siempre que se estés en casa usando agua.
Y suele haber una cantidad importante de aguas grises disponible.

La gráfica anterior, adaptada de una gráfica de pastel de Tucson Water, muestra cómo un hogar promedio de Tucson (Arizona) utiliza el agua potable, suministrada a través de la red de abastecimiento de la ciudad.
Observa cómo el mayor uso (exteriores: 45%) es principalmente para riego.
Mira también cómo el agua que se usa en la lavadora, los grifos y la ducha (32% en total) podría satisfacer la mayor parte de las necesidades de agua en exteriores si las aguas grises de los desagües de la lavadora, el fregadero y la ducha se dirigieran al jardín, en lugar de al alcantarillado o a la fosa séptica.

¿Y qué hay de mis necesidades de agua no cubiertas por las aguas grises, o cuando no estoy en casa?

El resto de las necesidades de agua en exteriores, que no se cubren con las aguas grises cosechadas, típicamente pueden satisfacerse con la cosecha de otras aguas gratuitas que hay o que llegan al sitio, como el agua de lluvia, las escorrentías pluviales, las aguas grises oscuras, la nieve, el condensado de los aparatos de aire acondicionado y el rocío.

 

Beneficios adicionales de la cosecha de aguas grises que promuevo

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